lunes, 21 de febrero de 2011

#27 Finalmente MÉXICO!


El 25 de noviembre de 2010, días antes del inicio de la COP16 (la 16ª edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), caminábamos por el puente que une Belice con México. Miles de personas nos han ayudado en este periplo, más de 330 vehículos nos dieron un ride y nos costó casi un año cubrir los 24000 kilómetros desde La Haya (Países Bajos), atravesar parte de Europa, el norte de África, el Océano Atlántico y, finalmente, una gran parte de América para llegar hasta aquí. Gracias a la gente nuestro sueño se hizo realidad y "El viaje de la Humanidad" se convirtió en realidad,
cambió nuestra mente, abrió aún más nuestros corazones y nos mostró que los
seres humanos son buenos y preciosos por naturaleza. Nuestros corazones saltaban de alegría, sonreíamos y hablábamos a extraños porque estábamos muy ilusionados de sentirnos de nuevo "en casa" (para ninguno de los cuatro era la primera vez que llegábamos a México y ya extrañábamos a nuestros hermanos y hermanas mexicanos).
Cruzar la frontera, fácil. Las costumbres, siempre relajadas. Comentábamos que este viaje tuvo siempre como objetivo llegar a México y los mexicanos reían y estaban felices por nosotros. Permiso de 180 días de estancia en el país, tenemos ganas de quedarnos un tiempo, normal y no sin razón. El país Maya, hermoso y mágico, con casi 20 millones de turistas al año, es uno de los destinos turísticos favoritos de todo el mundo. Un turista medio gasta entre 30 y 150 dólares por día, un buen flujo de caja para hoteles, restaurantes, bares, transporte, etc…para la economía de México en su conjunto.

Antes de cruzar el Océano Atlántico, mientras buscábamos un velero en Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias) encontramos una bandera de México en la basura, una señal clara del destino! La bandera nos acompañó 15 000 kilómetros y celebramos con ella nuestra llegada. En la frontera, dos militares se nos acercaron y nos dijeron que está prohibido jugar con la bandera y nos indicaron guardarla en la mochila no sin antes mostrarnos cómo doblar el orgullo nacional correctamente y explicarnos que se coloca con la fracción verde en la parte superior ya que México no está involucrado en ninguna guerra en este momento. Aunque sí existe la guerra contra el narcotráfico, una guerra que se cobra vidas y más vida cada año: En 2006 menos de 70 personas murieron, mientras que el número en 2010 aumentó a 15000 personas. Un total de más de 35000 seres humanos han muerto desde que el presidente mexicano Calderón comenzó la guerra contra los cárteles de todo el país . Más del 70% de todos los estupefacientes importados en los EE.UU - el principal consumidor de drogas legales e ilegales en el mundo-, provienen de los narcotraficantes mexicanos. La guerra cuesta muchas vidas, pero es un gran negocio, especialmente para los EE.UU, debido a que vende armas, municiones, vehículos, helicópteros y mucho más a los "buenos" y a los "malos".

Finalmente hacíamos autostop en México lindo y querido, con un fuerte sol calentando nuestros cuerpos y la sensación tremenda de estar llegando a nuestra meta. Llegamos a una ciudad grande, Chetumal, y cómo no podía ser de otra manera, los bomberos mexicanos no nos defraudaron y nos dejaron dormir en la estación.

Al día siguiente empezamos el autostopismo en la ciudad, frente al departamento de bomberos, y un instante después, el aire soplaba en nuestras felices caras en la parte trasera de una camioneta. Uno de los conductores era un joven bien vestido, un empleado de Walmart, contento con su nuevo trabajo en una de las cadenas de supermercados más grandes de México, con casi 3.000 tiendas. Como la mayoría de los latinos, trabaja seis días a la semana, en este caso su salario es mejor que el promedio, pero sigue siendo bajo en comparación con los beneficios que la empresa hace para sus accionistas en todo el mundo.


El sol quema, Nieves en la carretera, pulgares hacia arriba, pero su energía es baja, no nos quieren llevar a todos, sólo a ella. No todos los hombres pensaron como los conductores de los coches anteriores y finalmente estábamos todos juntos dentro de un coche. Más tarde, un amable joven nos llevó a Playa del Carmen, hermano menor de Cancún, una de las ciudades de mayor crecimiento en México, donde la fiesta nunca termina y el nuevo flujo de turismo tampoco. Estábamos un poco sorprendidos por la falta de interés en México por la Conferencia sobre el Cambio Climático, ni siquiera los medios de comunicación hablaron o escribieron mucho acerca de la COP16. Parecía que para México, ser sede para la Conferencia Climática y las ideas sobre ecología, estaban muy lejos de su interés.
Nuestro conductor nos invitó a dormir en su departamento, un enorme complejo de gente rica, con jardín, jacuzzi y tres piscinas que prácticamente nadie utilizaba. Toda la zona protegida y limpia por un ejército de limpieza, alzando un gran muro alrededor de los privilegiados que les permite sentirse seguros y bien lejos de los robos, la delincuencia, las personas sin hogar y todo las cosas que los ricos nos quieren tener cerca. Estos apartamentos de lujo fueron construidos dentro de la protección de los manglares, en medio de la nada, una zona tranquila, casi fantasmal.

En la noche nos reunimos con nuestro anfitrión. Todo el mundo estaba muy sorprendido cuando nos fuimos a uno de los grandes centros comerciales -que se están extendiendo como una enfermedad en toda América Latina-, para volver con una deliciosa y fresca cena vegana.
Ahora estábamos sólo a una-dos horas en autostop de Cancún. Una nota de prensa: presencia militar masiva para “proteger” a diplomáticos, trabajadores de ONGs, funcionarios de la ONU y muchos otros más en un refugio seguro, algunos kilómetros alejados de la carretera: el Moonpalace, el hotel oficial de la COP16. Un hotel de cinco estrellas construido en los preciados y preciosos manglares ahora ya inexistentes.

El gobierno mexicano construyó incluso un puente, un desvío para el tráfico en la calle de entrada a las salas de conferencias con aire acondicionado de la gente "importante", con la explicación de que la seguridad estaría mejor garantizada.

Todo parecía un poco ridículo, pero luego se puso aún peor. Cada vez más cerca de la feria (que tuvo su propia eólica para producir "limpia" y "sostenible" la energía con la cual abastecerse) descubrimos grandes carteles con mensajes de Coca-Cola, compañías de automóviles y otras empresas verdaderamente destructivas, afirmando que hacen algo bueno por la naturaleza, con palabras como: "sostenible", "salva el planeta", "ecología", etc. Ja! Por suerte también vimos q en grandes carteles así como ventanas traseras de taxis el mensaje: "Sé vegano y salva el planeta”, campaña para un cambio real, económico y a corto plazo, a fin de salvar el planeta. (Entre el 51-80% de gases de efecto invernadero proceden de la industria cárnica).

Pasamos por varios controles militares y de policía hasta que finalmente llegamos a la zona hotelera, una calle de más de 40 kilómetros con los hoteles más grandes que hemos visto en nuestra vida. Estadounidenses quemados por el sol, vías casi desiertas porque los turistas prefieren los taxis a pasear o ni siquiera salir de sus hoteles "todo incluido". Los mexicanos trabajan a menudo más de 60 horas a la semana para limpiar y cocinar en hoteles de lujo, su salario es mínimo y el máximo beneficio es para el particular. El mismo sistema que funciona en todo el mundo porque siempre hay suficientes personas pobres que están a la espera de un puesto de trabajo. Esta situación mantiene los bajos salarios con los que pagan el alquiler, comida y transporte.

Detrás del interminable "muro" de hoteles hay playas de arena blanca y agua
color turquesa pero los hoteles están en expasión y hoy en día ya hay alrededor de 30 hoteles de cinco estrellas en funcionamiento.

Finalmente llegamos a nuestro destino y -sin teléfono móvil- encontramos a Arturo que nos ofreció permanecer en su lugar el tiempo que quisiéramos.
Disfrutamos mucho el tiempo con él reciclando toneladas de pan en una panadería que ofrece sus productos a los grandes hoteles y nos ayudó a recolectar los cocos que encontramos en los campos de golf y en el paseo marítimo. Al día siguiente fuimos a la feria oficial creada por el gobierno mexicano, pagado por el público en general para el público en general, con un costo total de más de 70 millones de dólares!

El "clima del pueblo" fue organizado para crear conciencia y dar una comprensión del conjunto de la COP16 y mostrar cómo se puede vivir de una manera más
sostenible, pero lo que encontramos fue Disneylandia: empresas que están intentado vender la idea de que al consumir sus productos uno puede salvar el planeta. Coca-Cola tenía un gran stand con bellas imágenes de agricultores plantando árboles y en todas partes escrito lo buena, social y respetuosa que es con el medio ambiente la mayor compañía de bebidas en el mundo.

También stands de compañías automotrices, energéticas...todas las empresas que están activamente contaminando el mundo pero diciendo que mediante la compra de sus productos hacen el bien y son ecológicamente amigables! Greenwashing en su forma más pura. Poner una etiqueta verde es la manera que tienen hoy en día todas las empresas del mundo para seguir haciendo negocios tomándole el pelo a los consumidores.
También había una casa "ecológica", un ejemplo de cómo se puede vivir sin dañar la naturaleza, pero si todo el mundo viviera en una casa como ésa, equipada con una gran pantalla de plasma, microondas...habría aún más contaminación que hoy en día. Ridículo.

Finalmente llegamos a Klimaforum, un evento alternativo alejado del público y sin transporte público. Su lema: "cambiar el sistema, no el clima". Esperábamos que el evento fuera lo más respetuoso posible con el medio ambiente pero pronto tuvimos que admitir que estaba muy lejos de ser sostenible. Había baños portátiles con un cóctel de químicos azules en el interior, un generador de corriente (diesel) y detergentes para lavavajillas no biodegradables. Por otro lado, únicamente había comida orgánica vegetariana. El lugar era un campo de polo en medio de la selva que se alquiló por 35000 dólares, un campo que ahora se utiliza para un juego de gente rica. Le pedimos a uno de los organizadores si podíamos ser voluntarios durante las dos semanas del Klimaforum, donde se ofrecían talleres, charlas y conferencias, y aunque había personas suficientes para ayudar, nos dieron la oportunidad de participar.

Fue irónico que durante un evento alternativo en el que se buscan nuevas maneras de vivir más armonícas con la madre tierra, tuviéramos que llevar una pulsera de plástico para ser reconocidos como parte del Klimaforum.

Vivíamos con más de 100 personas motivadas de todo el mundo y de todas las edades en la Ecoaldea a 10 minutos caminando por la selva. Había muy buena energía: seres humanos con ideas afines preocupándose por el bien común, por los terrícolas de nuestro maravilloso hogar, por nuestra madre tierra! Casi todo el mundo estaba ayudando a conseguir que este evento caótico saliera bien, cocinar, limpiar, lavar, preparar tiendas, dar la bienvenida a los invitados y los pocos visitantes que encontraron el camino al klimaforum. Tratamos de compartir nuestra energía positiva con los oradores que a menudo venían de lejos y quedaban desilusionados por la poca audiencia que escuchaba lo que tenían que decir. Fue un poco triste para todo el mundo sentir que, aunque a todos nos hubiera gustado compartir más tiempo juntos, compartir nuestras visiones para un mundo mejor, estábamos muy ocupados con la organización.

Lo peor fue que teníamos reuniones a diario donde sólo hablábamos de los problemas y detalles sobre la organización con lo que perdimos energía y tiempo para el debate real que a todos nos interesaba: lo que cada uno de nosotros puede hacer para minimizar su huella ecológica (podéis consultar los consejos ecológicos que nosotros proponemos-enlace a ).

No sólo algunos de los principales organizadores llegaron en avión, sino también la mayoría de los participantes y fue muy triste para nosotros ver que, probablemente, las personas más involucradas en frenar el cambio climático emiten gases de efecto invernadero para asistir a un evento acerca de cómo detener el calentamiento global.
La lista de controversias es interminable, mientras que nosotros creemos que un mundo sin dinero sería más ecológico, el evento contó con un presupuesto de 110000 dólares para menos de 1000 personas asistentes (con la intención de recibir a 5000diarias) a Klimaforum, en otras palabras, gastar más de 100 dólares por persona!

No hubo transparencia a pesar de que la mayoría de los participantes instaron a los organizadores a la transparencia total, revelando las informaciones acerca de presupuesto y su justificación. La gente estaba rumoreando que uno principales gastos, a parte del alquiler y la comida, fueron los frecuentes trayectos en taxi -desde y hacia el hotel-, así como los costos de pernoctación de uno de los principales organizadores mientras que casi todos los demás estaban durmiendo en tiendas de campaña.

Estuvimos felices de ver que Valérie de Bélgica, miembro de la organización, llegó también en un velero a México como nosotros y Jeff, uno de los asistentes, en bicicleta desde Nueva York.

Una gran multitud de voluntarios vinieron con soulproject (soulfireproject.net) un viejo autobús escolar que funciona con aceite vegetal lleno de soñadores y artistas de diferente índole con quienes participamos en una manifestación por las calles de Cancún junto al movimiento de Vía Campesina.

La energía de la manifestación fue brillante, todo el mundo bailando, cantando, hablando y celebrando al son de vítores como: "la tierra no se vende, se quiere y se defiende". Un grupo ecologista danés vino con un sistema estéreo a base de energía solar instalada en una bicicleta con la idea de compartir buena onda.

La manifestación de aproximadamente 1000 personas, no tenía permiso para acercarse al Moonpalace, ni siquiera al puente. 200 metros antes un escuadrón de 300 policías con armas y escudos nos hicieron detener la marcha pacífica.

Estaban calmados y detrás de un muro de metal de la policía federal..

Gracias a todo el mundo la situación se desarrolló con total tranquilidad: discursos y diversión unidos contra la injusticia y la destrucción del medio ambiente. El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el punto culminante de las dos semanas de la COP16, con un discurso de apenas una hora lleno de emoción y en favor de un mundo justo en armonía con la madre tierra. El primer presidente indígena de Bolivia, llenó la sala con energía y terminó su discurso con: "Planeta o Muerte", un poco diferente de la original "Socialismo o Muerte".

El tiempo en la península de Yucatán llegó a su fin con muchos cambios: Benji decidió viajar hasta el DF en la bici que uno de los daneses le regaló y Raphael y Nieves inician un viaje de regreso a Europa pasando por los EE.UU siguiendo la misma filosofía. Toda la COP16 fue un estallido de emociones pero aún sabiendo que cada uno sigue su camino a su manera, sabemos que pronto nos reencontraremos. Por primera vez nos separamos como grupo pero nuestras mentes y corazones continuan juntos, con el vibrante amor del universo, con la belleza de la humanidad y la maravillosa naturaleza que nos rodea!
Gracias a todos los que nos apoyaron de una manera u otra, los buenos pensamientos han llegado a nosotros, gracias por ser y mantenerse al día con la buena onda.

Amor y Luz para todos ustedes!
Aqui todos los articulos anteriores del viaje:

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