#26 Guatemala y Belize

Cuando las cosas parecen difíciles siempre se pueden encontrar las mejores alternativas. Intentamos todo para cruzar directamente desde Honduras a Belice para evitar pagar de nuevo en la frontera con Guatemala. A vecez las cosas son más simples de lo que pensamos. A pesar de cierto temor a usar de nuevo el dinero hicimos autostop hasta la frontera. Muy fácil, Guatemala es a nuestros ojos el país más acogedor y más abierto! En la frontera, le explicamos nuestra historia al funcionario de aduanas. Él escucha pacientemente con una sonrisa cada vez más grande y más grande a medida que avanzamos el relato del viaje. Muy simple; toma su teléfono y tras una breve llamada nos dice,ante nuestra mirada de asombro, que se puede hacer una excepción. Este momento puede parecer insignificante pero es un gran aliento de esperanza para nosotros. Un día, tal vez, las fronteras se abrirán y realmente podremos movernos libremente por nuestra tierra.

Muy pronto, nos encontramos con dos guatemaltecos muy agradables nos llevaron a Puerto Barrios. Esta ciudad costera parece tranquila, el ambiente es muy relajado, ligeramente diferente de Honduras, las caras son diferentes, con rasgos más indígenas, una mirada interesada. Estamos de vuelta en un camino poco recorrido, los turistas rara vez se aventuran aquí. Pedimos en un restaurante si podemos cocinar algunas verduras y sin problemas nos brindan espacio. Luego nos dirigimos al puerto para ver nuestras opciones. Son ahora las 17h y la oficina de transporte está cerrada así que vamos a volver al día siguiente a "El Chato" para ofrecerle

nuestros servicios a cambio de un ride acuático! Vamos a la estación de bomberos.(Los bomberos son tan abiertos en América Latina que viajar sin dinero resulta muy cómodo). Dormimos de nuevo en un hotel de 5 estrellas!

En la noche hacemos una pequeña gira y observamos a la comunidad, todos ellos son muy amistosos. Más tarde, en un restaurante nos invitan a cenar pero los propietarios no son capaces de encontrar algo vegetariano así que agradecemos su gesto y tratamos de encontrar otro lugar. Sentados a la mesa en otro restaurante, los comensales de una una mesa cercana y escuchan nuestra voz, así conocimos a una catedrática en derecho ambiental que insiste en invitarnos a desayunar a la mañana siguiente donde podremos charlar con dos de sus alumnos, los cuales están en el proceso de creación de una organización ambientalista.

Dormimos muy bien y por la mañana recorremos las calles concurridas de la ciudad hasta el hotel. Nos encontramos con dos estudiantes y saboreamos un delicioso desayuno. Improvisadamente

se pudo contactar con la prensa local y nos vimos atrapados en una espiral de preguntas y respuestas. Juntos vamos a la oficina de "El Chato", donde nos encontramos con una alma generosa que acepta ayudarnos sin discusión! ... Un paso sencillo por la aduana donde también nos sellan la salida sin tener que pagar absolutamente nada. Nunca nada fue tan fácil y ni siquiera transcurrieron 24 horas desde que llegamos a Guatemala! En tan poco tiempo no tuvimos la oportunidad de medir el peligro real que aqueja a este país, muchos hablaron de Guatemala como un país en crisis con gran violencia.De hecho, durante nuestra corta estancia, estábamos rodeados de tristes noticias. Al despertar, los bomberos nos anuncian la muerte de una persona del barrio, decapitada con un machete. Al salir, rodeado por la policía y una multitud de curiosos, vimos un muerto por atropello, y mientras nos

estaban haciendo la entrevista, el periodista recibió una llamada telefónica y se enteró de la muerte de su abuelo, asesinado por la mañana en su propia granja. Nosotros creemos profundamente que el ser humano es bueno-el viaje es una prueba- pero muchos corazones están pervertidos por este sistema injusto y crece la violencia cotidiana en nuestro mundo.

Cruzar es fácil. Nos protegemos de la lluvia como podemos y llegamos a Belice. Nos sentimos tan cerca de Cancún! De nuevo en el Caribe, el ambiente es tan agradable que te dejas llevar por la corriente. La población es mayoritariamente negra y hablan Inglés, un Inglés muy divertido que nos hace sonreír cada vez! Es como en Guyana. Las personas que conocemos son también muy abiertas, extrovertidas, sin miedo. Nos encontramos con una mujer en el barco que se presenta como la jefa de una pequeña organización que se encarga de la instalación de baños secos y enseña a indígenas a plantar sus propias verduras. Una mujer encantadora y adorable nos regala pan .Y ahora estamos de nuevo en el camino para llegar a la capital.Sigue habiendo un obstáculo: los $ 35 que todos los turistas

tienen que pagar.Hacer autostop en Belice no es un problema y llegamos a Belmopan. Hay apenas 10.000 habitantes y la mayoría trabajan para el gobierno. Luchamos por encontrar un lugar para dormir: los bomberos se han instalado en un garaje, la cruz roja está cerrada, el hospital es muy pequeño y nadie nos atiende ... vamos a la policía para pedir ayuda y alguien se pone en contacto con un voluntario de la Cruz Roja que también es maestro y nos invita a dormir en su clase! La policía nos lleva allí y podemos dormir en un lugar seco y a salvo de cualquier peligro!

Las chicas no se sienten muy bien, siguen afectadas del estómago desde Honduras. Vamos a ver al médico que nos dio un aventón la tarde anterior.Es muy agradable y nos da un pase para que podamos consultar a un médico. Las chicas, encantadas hasta reciben medicamentos para tratarse.

Después de desayunar buscamos la autoridad que se ocupa de los impuestos fronterizos y

turísticos. Después de varias vueltas dentro de un edificio, encontramos a una gran mujer que está de acuerdo en ayudarnos. Hace un par de llamadas telefónicas y de repente anuncia que puede ofrecernos una excepción, para los cuatro. Ella envió un fax a la frontera y nos dijo que tenemos que presentarnos allí. Todo es más fácil en esta pequeña república. De hecho, con menos de 400.000 habitantes, es más fácil hablar con la gente del poder. Estamos encantados de contar esta buena noticia! Y ahora vamos camino a la ciudad de Belice, la antigua capital, donde se concentra la contaminación.

La ciudad es atractiva con una atmósfera relajada, caminamos por las calles disfrutando de las casas de madera y de la gente sonriente. Una anciana encantadora nos invitó a comer arroz con frijoles y fuimos a ver el periódico local, nos hacen esperar y al final nos dicen que para la mañana siguiente.Tratamos de hablar con los bomberos, pero el capitán se niega ... la gente de la Cruz Roja son mucho más agradables, pero no tienen demasiado espacio y se resisten a dejarnos dormir en las oficinas durante la noche por razones de seguridad. Afortunadamente, Rafael tiene un amigo en la ciudad y nos encontramos con Alejandro, que cuida de nosotros para la cena y un merecido descanso! Al día siguiente, nos dirigimos a la televisión local y luego hacemos el pulgar de nuevo. Cruzamos el país en un tiempo muy corto con el tiempo justo para ver a los vastos campos de caña de azúcar y árboles de palma. No aprendemos muy poco sobre el país, la gente

no parece muy interesado. Todo es tan pequeño, es como una gran familia, les ayudan a aceptar una especie de la familia de la corrupción que parece injusto que los que vienen de otros lugares. La situación económica es delicada, pero nadie nos puede dar una explicación clara al respecto. Todo está más preocupado por el momento y la forma de disfrutar de ella.

Así llegamos a la frontera sin ningún problema, nos muestran nuestros pasaportes y todos están dispuestos, no tu, no hay dinero ... vamos justo y estamos en México! Difícil de describir este momento. Difícil, incluso sentir una diferencia en el tiempo de hace un año, que soñaba con este momento, ya hasta ahora .. casi imposible y ahora estamos en México en la puerta de nuestros sueños. En largo camino, los vehículos y los rostros que han cruzado en nuestro camino. Así que muchas historias y momentos, tanta esperanza en la humanidad se hacen realidad ... estamos aquí, gracias vida, gracias a todos, gracias. Somos el cambio!

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