Tánger fue el el primer contacto con una cultura nueva para nosotros tres. El primer ride que tomamos, el primer coche que paró ante nuestros ojos y ante nuestros pulgares alzados, la primera persona que nos recogió nos dijo: "soyez les bienvenus au Maroc" (sean ustedes bienvenidos a Marruecos) Nos emocionamos, nos sentimos como dentro de una cascada de sonrisas, saludos, respecto e interés e infinitamente agradecidos! La explicación para todo esto es simple: nos explicaron que cada persona es un hermano y que todos somos iguales, nos hablaron con el corazón! Todo era nuevo para nosotros y nos parecía como un sueño, pero era la pura verdad, la realidad y el trato que no se conoce en Europa.
El saludo "as-salāmu ʿalaikum" (paz contigo) y la mano que va después de saludarte al lado izquierdo del pecho, ahí donde toca el corazón, el alma de los Marroquíes, era el símbolo de este país extraordinariamente abierto y amable. La respuesta es siempre la misma, "wa ʿalaikumu s-salām" (y paza para ti/ustedes) El trato entre los Marroquíes está lleno de respeto por la otra persona y sin prisas, porque allí hay un dicho: "La gente con prisa ya está muerta".
Nosotros nos dejamos llevar por el fluyo de la vida, tiempo y ubicación ya no importaban desde que partimos, ya casi tres semanas pasaron, casi 30 coches nos llevaron y más de 2000km dejamos atrás. En Europa, cientos de personas nos ofrecieron su tiempo, comida que iban a despediciar, su alegría, sus palabras y su interés,
pero en Marruecos entramos en otro nivel comunicativo y de opertura. En Europa te encuentras muchas veces con gente que no tiene tiempo ni para indicarte una dirección. En Marruecos el contraste es gigante, en vez de seguir caminando o mostrando prisa, los Marroquíes se presentaron siempre con su nombre, su mano y su corazón.Muchas veces no les bastaba con indicarnos amablemente el camino, seguían mostrando interés preguntándonos porqué estamos haciendo el viaje, de donde eramos... y no podemos contar las veces que nos invitaron a un té, a algo para comer o a quedarnos en su casa.
Este viaje tan libre nos permite dejarnos llevar con la onda de la vida, con lo mas importante que tenemos cada día, el momento, el ahora! El autostop sin pagar no es algo común en Marruecos pero a nosotros nos ha funcionado bien y aunque teníamos que esperar a veces horas y horas, el coche que se paraba siempre llevaba a la gente más buena y gentil de todas.Las historias y personajes maravillosos que encontramos en este pais nos llevaron al sentimiento de que estamos volando, como en en una nube de humanidad! Pero no es un sueño; un amigo español que conocimos en Tánger nos dijo que en la vida se encuentra que uno porta, lo que uno lleva dentro de sí. Nosotros estamos haciendo la prueba, cada día, con cada persona que encontramos y podemos decir que es verdad. El ser humano o hermano (como nosotros solemos decir) que tienes frente a ti es el reflejo de uno mismo y así se encuentra lo que llevamos dentro!
Este viaje tan libre nos permite dejarnos llevar con la onda de la vida, con lo mas importante que tenemos cada día, el momento, el ahora! El autostop sin pagar no es algo común en Marruecos pero a nosotros nos ha funcionado bien y aunque teníamos que esperar a veces horas y horas, el coche que se paraba siempre llevaba a la gente más buena y gentil de todas.Las historias y personajes maravillosos que encontramos en este pais nos llevaron al sentimiento de que estamos volando, como en en una nube de humanidad! Pero no es un sueño; un amigo español que conocimos en Tánger nos dijo que en la vida se encuentra que uno porta, lo que uno lleva dentro de sí. Nosotros estamos haciendo la prueba, cada día, con cada persona que encontramos y podemos decir que es verdad. El ser humano o hermano (como nosotros solemos decir) que tienes frente a ti es el reflejo de uno mismo y así se encuentra lo que llevamos dentro!
Era ya noche; casi no pasaban más coches en la gasolinera y así nos sentamos,dentro de un café, uno de esos miles y miles que hay por todos lados,algo típico en Marrueco o tal vez para todo el mundo Árabe. Los clientes casi siempre suelen ser hombres adultos, de todas las edades. Benjamin se alza y recoge uno trozo de pan redondo que alguien dejó en la mesa después de haber comido. Pasaron menos de 30 segundos y un hombre se acercó a nuestra mesa preguntando si teníamos hambre; casi sin haber respondido ya teníamos 3 sopas, pan, queso y té en la mesa. Las horas pasaron con buena comida y buena compañía. Un grupo más o menos de 10 personas rodeaban nuestra mesa. Hablamos de todo, nos ensenaron Árabe, nos prestaron atención y mostraron mucho interés por las energías renovables y también por el filtrador de agua.
El proximo articulo del viaje:
#3 Marruecos - País de hospitalidad
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